Esta técnica consiste en exagerar la característica de un elemento. Técnica presente en el siguiente ejemplo gráfico de El libro del sinsentido escrito e ilustrado por Edward Lear en 1846.
Había una dama de nariz tan larga
que hasta sus pies la punta llegaba.
Contrató a una críada
de conducta comprobada
para cargar la nariz pesada.—Edward Lear, El libro del sinsentido
Podemos modelar la técnica de la siguiente forma:
ALGO era tan CARACTERÍSTICA que EXAGERACIÓN
La nariz era tan larga que hasta los pies la punta llegaba
Veamos algunos ejemplos. Observa como la palabra tan, tantas o tantos precede a la exageración.
El mundo era tan reciente que muchas cosas carecían de nombre, y para nombrarlas había que señalarlas con el dedo.
— Gabriel García Márquez, Cien años de soledad
Campanilla no era toda maldad: o, más bien, era toda maldad en ese momento, pero, por otro lado, a veces era toda bondad. Las hadas tienen que ser una cosa o la otra, porque al ser tan pequeñas desgraciadamente sólo tienen sitio para un sentimiento por vez.
— J. M. Barrie, Peter and Wendy
Porque el día y la noche quedan en lugares diferentes, repetía un taxista asiduo a la pensión, que cuando se le hacía temprano, es decir, cuando lo atrapaba ahí el amanecer, tenía que dejar el taxi estacionado en un parqueo cercano y retirarse en autobus: llevaba tantos años trabajando de noche que ya no conocía la ciudad de día.
— Fernando Contreras, Los Peor
El libro del sinsentido está bajo dominio público, la imagen de este artículo se tomó del proyecto Standart Ebook que publicó la versión en inglés del libro.